En nuestra sección “Chilenos en el extranjero” conversamos con Gonzalo Martínez apodado “El Guagua”, seleccionado nacional de Chile, que juega de primera línea, formado en Sporting Rugby Club de Viña del Mar, actualmente se encuentra jugando en la Primera División A de la URBA (Unión de Rugby de Buenos Aires, Argentina) específicamente en el Club Curupayti, donde cumple su segundo año luchando por alcanzar la cima en la capital Argentina.
Gonzalo Martínez Badaroux
Fecha de nacimiento | : | 13 de septiembre de 1989 |
Club formador | : | Sporting Rugby Club |
Edad de formación | : | 16 años |
Puesto | : | Pilar Derecho |
Altura | : | 1.87 mts |
Peso | : | 130 kilos |
Apodo | : | Guagua |
Ocupación | : | Estudiante de Derecho (Congelado) |
Estado civil | : | Soltero |
Hobbies | : | Hacer asados |
Un sueño | : | Jugar en primera división en Francia |
Un ídolo | : | Mi viejo |
¿Cómo llegaste al Rugby Gonzalo?
Siempre la familia estuvo ligada al deporte, desde pequeño me inculcaron el deporte en casa, a pesar, yo estudie en el colegio San Antonio, en el cual participaba en atletismo (lanzamiento de bala), en el colegio no había Rugby, pero un día mirando unas fotos de mi padre, algún álbum que había en la casa, me fije de una foto donde el aparecía jugando. Le pregunté, qué deporte era y me dijo que era el Rugby, ya con 11 años, y una formación deportiva en el atletismo mi padre me dice vamos, y me llevo un día sábado a la canchas del Valparaíso Sporting Club, donde está este club del mismo nombre, y desde ese entonces no pare más.
Fue algo totalmente emocionante llegar al rugby, porque el atletismo es un deporte solitario, entonces llegar a un deporte colectivo y empezar a hacer amigos, me llamó mucho la atención y me entusiasmó.
¿Cómo fue ese proceso de Infantil a primera división en el Sporting Club?
Sporting siempre se caracterizó por tener buena juvenil, tienen buenos entrenadores, lo que caracterizaba a Sporting era su juego con los gordos, tuvimos al “Wata” Cortes, de entrenador de la juvenil, y nos hizo “arar”, en buen sentido, y meter una presión de forwards y backs en los partidos.
En este proceso era muy importante la amistad, la cual fue clave para lograr ser campeones de Chile.
Siendo Juvenil ya empecé a jugar en el plantel adulto porque hubo una transición al primer equipo, por distintos motivos y en un momento el club quedó un poco sin jugadores.
¿Qué fue lo que te llevó a decir, “me voy” ?
Mi idea siempre fue tener un nivel mejor del que se podía tener en Chile, tenía las condiciones, tanto físicas como para el Rugby, era cosa de esperar el minuto para salir y afrontar el desafío de la mejor manera. Hubo un periodo del año 2015 donde yo estaba postulando a Estados Unidos, a clubes de Nueva York y San diego, estuve esperando el fichaje de esos dos equipos y se acercaba ya mi salida para la temporada, porque yo había congelado mi carrera (derecho), siempre pensando en el rugby más profesional, de salir a jugar afuera. No se concretó lo de Estados Unidos y aposté por ir a Argentina, aprovechando la posibilidad de poder ubicarme con mi familia en Buenos Aires.
¿Cómo llegaste a Curupayti?
Cómo te contaba, vivo en la provincia de Buenos Aires, en la ciudad Jardín, cerca de donde vivo hay tres clubes que militaban en la Primera División A, el Sitas, el Herling, y esta Curupayti. Me puse a estudiar lo que yo necesitaba para mejorar en mi juego y ver los clubes que podía seguir mi crecimiento, entendiendo que acá hay más desarrollo en las formaciones fijas como Scrum y line además del mismo ritmo de juego que se da en el torneo de acá, entonces dentro de todo vi que Curupayti tuvo grandes seleccionados Argentinos entre sus forwards, como el legendario Mario Ledezma, entonces yo dije acá es. Veía que había una mística muy similar a la del Sporting, donde el scrum siempre iba para adelante y fue la decisión de venirme a este Club, toqué puertas y se dieron las condiciones para poder incorporarme al Curupa. Uno de los puntos importantes que también me llamó la atención que Curupaytí es un club totalmente dedicado al Rugby, no hay otras ramas.
¿Cuál es tu proyección y meta en Curupa este año?
Mi meta es ganarme el puesto en primer equipo, y mi competencia es un primera línea de nivel que jugó en Las Águilas, que es la selección de Buenos Aires.
¿Cuál es la diferencia en el scrum chileno al scrum argentino?
Hubo un gran cambio, acá se trabaja el scrum de una forma, como decirlo… una forma religiosa, acá de partida nadie habla y cuando se entrena el scrum se le entrega un tiempo y una religiosidad increíble. Para Curupayti el scrum es parte fundamental del juego, el club se caracteriza por tener un muy buen scrum y marcar try desde scrum, eso quizás no nos favoreció mucho con la nueva regla que salió este año en Argentina, que solamente te permite empujar metro y medio. Pero en si la gran diferencia es la mística que se enfoca en tener como pilar fundamental de juego, el Scrum.
¿Y en términos físicos y tácticos?
Se cambia mucho, a lo que yo viví en el Sporting y en el rugby Chileno, hoy en día la preparación física de un jugador amateur de argentina tiene una visión muy profesional, donde el club contempla a preparadores físicos, kinesiólogos, médicos a quienes los tienen como planta en el club. Existe una muy buena preparación física, ideada para un jugador profesional, en mi primer año, la diferencia se notó entre un jugador chileno y uno argentino, fue muy duro. Hay un nivel muy alto en comparación al nivel de preparación que hay en Chile, en la parte física, es donde nos llevan un pasito más adelante
¿Qué es lo que más extrañas de Chile?
Los amigos la familia, esa es una de las grandes diferencias que yo tengo con respecto a los otros chicos que se van a jugar afuera, yo por mi parte tengo mi aspecto anímico muy tranquilo porque convivo con familiares, pero si uno echa de menos al papa a los amigos del rugby, lo bueno es que no estoy tan lejos, estoy al otro lado de la cordillera por lo cual de repente puedo viajar a Chile y las redes sociales nos permiten estar en contacto con las personas que uno quiere y estar más cercanos, eso y echar de menos jugar en el club la gente que te va a ver, el núcleo. En ese sentido en el club de acá me han recibido muy bien, es un club muy familiar donde esa es la gran diferencia, allá en Chile de repente llega un tipo que jugaba fútbol y quiere jugar rugby y te llega a los 18 o 19, en cambio acá todos vienen de familia rugbista, como padres, abuelos, tíos. Cuando les preguntas de cuando juegas y te dicen desde siempre, esa es otra diferencia es que aquí la gente viene con el chip del rugby desde que nace hay una gran generación de atrás que siempre ha vivido el rugby.
¿Qué mensaje les entregarías a los que buscan salir a jugar afuera?
Para un jugador que tiene el apoyo de sus padres o familia, el hecho de atreverse a salir siempre ha sido una buena experiencia, para subir el nivel, quien busca un mejoramiento en la parte deportiva y proyectarse, a jugar en la selección o llegar a vivir del rugby si o si tiene que salir, pero para eso tiene que tener una buena preparación de base en todos los aspectos. Que se animen que el rugby da valores y un estilo de vida. El rugby es todo, para mí. Hoy en día el rugby me ha entregado mucho. En algún momento uno va a volver a Chile a entregar los conocimientos, la vuelta de mano.
Gonzalo, hagamos un Ping Pong.
1.- Un equipo de Rugby: Sporting Rugby Club
2.- Los Cóndores: En crecimiento
3.- El partido más difícil: La final del ADO contra Seminario Conciliar el 2012
4.- El mejor tercer tiempo: Los tercer tiempo extendidos de Curupayti
5.- Un momento en el Rugby: Cantar el himno nacional con los Cóndores
6.- Primer partido por Chile: Frente a Brasil en Estadio Pacaembú
7.- Tu peor lesión: Distensión de ligamento de rodilla
Gonzalo, éxito en Argentina, y esperamos como comunidad Rugby Chile que en un futuro cercano no sea necesario abandonar el país para poder jugar a un alto nivel.
Nota y entrevista: Cristobal Salazar
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