A nivel nacional el rugby se tomó una breve pausa con motivo de las fiestas patrias; sin embargo, en Los Ángeles, no quisieron esperar más y, con motivo de la última fecha del Torneo de Clausura de Primera División de ARUCO, Callaquen recibió a Universidad de Concepción en la cancha de Socabio, en lo que fue un duro y entretenido partido.
Duelo de alto impacto fue lo que se pudo apreciar, en un escenario deseado por gran parte de la comunidad rugbística, ya que la lluvia había hecho lo suyo en la previa del partido. Esto no fue impedimento para que en el minuto 8 el cuadro local asestara un drop. La respuesta de los visitantes vendría también por una jugada con el pie, esta vez gracias a un penal ejecutado en el minuto 20, emparejando así las cosas para los universitarios. Más allá de eso, los equipos se encontraban atascados en un juego que luchaba por doblegar a los fowards rivales y al campo de juego que desde temprano pasaba facturas en el manejo de balón, para ambos equipos. Sin embargo, Callaquén sabría aprovechar su localía y conocimiento de la cancha y se iría al descanso con dos tries a su favor, consolidando así un marcador de 15 – 3, para la primera mitad.
El conjunto del campanil entró dispuesto a cambiar la historia, pero la barrosa cancha y un equipo granate con suficiente confianza logró decirles que no, por medio de dos nuevos tries antes del minuto 55. Los de auriazules, sin embargo, algo debían decir en este encuentro, por lo que echaron mano de la experticia y bagaje, consolidando una estructura de juego que logró detener la arremetida del cuadro local. Tanta fue la presión que los visitantes impusieron que los oriundos de Los Ángeles, se vieron castigados con una tarjeta roja y una amarilla, que les significó un try y un penalti try, dando cuenta de que los universitarios también tenían un buen rugby que mostrar; pese a que, a esa altura del partido, el encuentro ya tenía un marcador que se encumbraría como el definitivo 37 – 15, que otorgaría los pasajes a la semifinal del torneo a Callaquen, para que oficie nuevamente de anfitrión en la etapa siguiente.
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