Historia de Traukos: los primeros campeones de Chiloé

Truakos son los actuales campeones de la ARUS



El caso de Chile es especial. En la zona sur de nuestro país, particularmente en la zona del archipiélago, existía desde tiempos ancestrales un deporte de pelota practicado por los indígenas huilliches, que guarda gigantescas similitudes con el rugby que conocemos hoy en día. Claramente, sabiendo eso, un equipo que tuviera sus orígenes en esta cuna de un rugby ancestral, definitivamente tenía que forjar una esencia distinta.

Embrujando a un pueblo

En Chiloé no había rugby hasta el 2006, cuando unos chicos que se fueron a estudiar a Temuco, conocieron la ovalada en el Inacap, y en sus viajes a la isla quisieron llevar con ellos este deporte que consideraron tan fascinante.

Comenzaron con algunas clínicas y talleres con alumnos del Liceo de Castro, el Galvarino Riveros, donde empezaron a  entusiasmar a estudiantes de enseñanza media y algunos un poco menores. Así fue como la semilla ovalada se fue insertando poco a poco en Chiloé, a través de estos jóvenes que llevaron el rugby a la isla, Ernesto Miranda y Pedro Vera.

Marco Muñoz, un chilote que conocía el rugby desde hace años y era ya un hombre un poco mayor, vio esto y comenzó a juntar a los chicos en distintos lugares, puras pampas, ninguna cancha oficial, donde se dedicaron a mover la pelota, aún sin ahondar en un desarrollo más técnico, pero entusiasmando a los nuevos aficionados.

El nacimiento del Trauko (con “K”)

A partir de aquí, Chiloé recibiría partidos de exhibición, donde podrían ver juegos que motivarían cada vez más a estos nacientes fanáticos, que ya totalmente ilusionados con esta disciplina, recibieron el mismo empujón que impulsó a tantos clubes en el sur de Chile: la llegada de Rodrigo Rodríguez, quien ha colaborado con la fundación y desarrollo de grandes instituciones en el país, como Bufalos de Osorno, Jabalíes de Puerto Varas, Quelequen de Coyhaique, o los protagonistas de esta historia: Los Traukos.

A través de Fotolog, varias personas de la zona sur comenzaron a notar que había rugby en Chiloé, y sabiendo esto, Rodríguez se dedicó a rastrear a este grupo, buscando integrarse al equipo que había en la isla. Aunque claro, se sorprendió al saber que ese grupo de muchachos que movían la ovalada, aún no eran un equipo.

Rodrigo, notando que la mayoría de ellos eran chicos de Liceo, les dijo que llamaran a sus padres, se reunió con todos y comenzó la estructuración de un club, que finalmente llevaría el nombre de Traucos, pero con “K”, para terminar instaurándose oficialmente como los Traukos.

Que crezca el mito

A partir de aquí, José Luis Segovia se transformaría en el primer Presidente oficial de un club que comenzó a luchar con humildad, entrenando en lugares que no eran canchas, y organizar sus primeros encuentros, jugando su debut en febrero del 2007 ante Jabalíes que los venció marcándoles más de 90 puntos.

Con el pasar del tiempo, Traukos lograría finalmente conseguir su campo gracias al dato de una cancha de fútbol que no se estaba utilizando, pero lamentablemente era un verdadero pántano, cubierto por el lodo. Sin embargo, esto no desmotivó al equipo, y en base a trabajo duro, formaron un drenaje, limpiaron, arreglaron, secaron y formaron su propia cancha, que les fue cedida por Francisco Torres a cambio de arreglarla.

Al mismo tiempo, subían cada vez los integrantes del club, sumando jóvenes y niños que se entusiasmaban con este deporte novedoso, y el furor se haría cada vez mayor cuando Traukos formó parte de los fundadores de la Asociación de Rugby del Sur el 2008, donde los chilotes se transformaron en los múlticampeones de la categoría juvenil.

Pero el crecimiento no sería solamente para la institución, sino que tendría un desarrollo importante como club, impulsando a sus jugadores a crecer cada vez más, al punto que muchos de esos juveniles se fueron a estudiar fuera de la isla, regresando con los años como profesionales.

La conquista legendaria

Así, Traukos iría mejorando cada vez más, hasta transformarse en un candidato constante a un título que se hacía esquivo. En 2017, los isleños fueron terceros, y en 2018, los de la indumentaria negra llegarían a la final del campeonato dos veces, cayendo en ambas ruedas ante Austral.

Pero al año siguiente, en 2019, llegaría el torneo más largo en la historia del sur, donde los 9 equipos jugaron una sola rueda a lo largo de todo el año, entre marzo y noviembre. Fue en este campeonato histórico donde Traukos supo ser estratégico, resistir con su plantel, que lejos de ser numeroso, proveniendo en un lugar más pequeño, cuidando lesiones, supieron administrar a sus jugadores y los recursos financieros, al ser uno de los clubes que más gastos tenía para poder viajar por sus condiciones geográficas.

Todo esto, acompañado de la garra mostrada por los mitológicos, les permitió llegar a los playoffs, jugando una final impresionante ante un ya clásico rival en la lucha por la corona del sur, Austral de Valdivia.

La lluvia había azotado la cancha en el centro de eventos El Granero de Puerto Varas, pero casi como una señal para el quince de Castro, el sol salió para iluminar un encuentro que se jugó con toda la pasión del rugby del sur, en un final que fue transmitida por Rugby Chile, con Giovanni Quintrel en los relatos y el rol de Carlos Lorca e Isco Saavedra en los comentarios.

Fue un duelo reñido, cerrado, de mucho choque, donde los valdivianos estaban liderando por tres puntos a poco de terminar el encuentro, cuando al minuto 72, un try con conversión le permitiría a los chilotes adelantarse en el marcador para sellar el 19-15 definitivo.

Traukos se convirtió en el monarca del sur, reyes de un deporte que, al parecer, tendría sus raíces en la propia isla donde el rugby llegó el 2006 a conquistar toda una tierra de mitos y leyendas, en que un grupo de hombres vestidos de negro embrujaron a toda una región con su espíritu, la esencia del linao, y el coraje de rugbistas que, según dicen en el club, llevan este deporte en sus venas y su tierra.

Al menos eso dice la leyenda.

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