
Bien sabido es que el rugby es un deporte que se encuentra en constante evolución reglamentaria a fin de poder entregar “un mejor rugby” no tan solo a los jugadores, sino también a todos quienes lo disfrutan como espectadores. Es a raíz de esta premisa que, el Comité Ejecutivo de World Rugby, aprobó una serie de cambios reglamentarios que estarán a prueba en el Super Rugby Aotearoa de Nueva Zelanda, y en el Super Rugby AU de Australia, a contar de este mes.
Básicamente, el conjunto de reglas que serán cambiadas responde a la premisa máxima de mejorar la seguridad del juego y el espectáculo; en ese sentido, uno de los cambios importantes que se está buscando tanto en 2020, como este año, es reducir la velocidad de la línea defensiva, entregando el tiempo – espacio cruciales para que el jugador pueda jugar con mayor precaución de cara a los puntos de contacto.
“Le damos la bienvenida a las oportunidades que ofrecen (…) para hacer estas pruebas dentro de sus respectivas competencias”, señaló Alan Gilpin, CEO interino de World Rugby, agregando que “estas pruebas, que tienen el atractivo y el bienestar y seguridad del jugador en su espíritu, llegan después de alentadoras pruebas en 2020…queremos seguir viendo los resultados”.
En lo concreto, en el caso del torneo australiano, la novedad viene dada por los cambios en relación a la salida donde, cualquier infracción después del kick-off o una salida, será un free kick; considerando el límite de 30 segundos posteriores al anotar un punto. En esta situación se considerarán además las salidas que salen del campo de juego de forma directa y los penales por offside de los jugadores del equipo “que sale”. De esta forma, eliminando la posibilidad de un scrum, se busca acelerar los tiempos de juego.
Otro de los cambios en el caso australiano, considera el tiempo complementario en caso de definiciones de torneos que hayan alcanzado el final del encuentro con un empate en el marcador; donde se aboga por un try de oro en una extensión de 2 tiempos de 5 minutos. En caso de que existiese un drop o penal convertidos, estos sumarán al marcador final, pero el encuentro acabará una vez convertido el try o acabado el tiempo extra.
Finalmente, las reglas del “50:22” y “22:50”, introducidos durante 2020, se matendrán ante su buena aplicación tanto en el torneo como en la National Rugby Championship. Esto tras que la evaluación de la experiencia de esta regla en juego haya beneficiado al espectáculo, conjunto al drop defensivo desde la línea de in-goal; teniendo como evidencia la cantidad de espacios generados a los atacantes, con un espacio – tiempo suficientes para desacelerar la velocidad de la línea de defensa; incidiendo finalmente en el bienestar y seguridad del jugador.
Por el lado del rugby neozelandés, volverá a tener de cara a esta temporada el drop defensivo desde el in-goal, ante la anulación o la imposibilidad de un equipo de anotar en la zona rival. Además, respecto a los tiempos, en el caso del rugby Aotearoa, el encuentro se definirá en un tiempo de 10 minutos con punto de oro.
Tal vez, una de las experiencias deportivas más significativas de esto sería la posibilidad que consideran los neozelandeses de que el capitán del equipo pueda referir situaciones específicas de juego al referee principal. En lo concreto, cada equipo podría referir en relación a una decisión de los últimos 5 minutos de partido, una infracción en la antesala de un try o bien por juego sucio no detectado por la terna referil.
Por ahora estos cambios se mantendrán solo en el círculo de las dos competencias señaladas durante la nota, sin embargo, a la luz de competencias de la envergadura de la Superliga Americana de Rugby (Slar) y del próximo proceso clasificatorio al mundial de Francia 2023, muchas de estas variaciones podrían terminar siendo una realidad en los encuentros de los jugadores chilenos del alto rendimiento, quienes tendrán que adaptarse a los lineamientos globales de World Rugby en pos de un mejor rugby.
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